Esta Terapia Cuántica, es la lectura de la frecuencia electromagnética del cuerpo que estimula las capacidades de autocuración del cuerpo, a través de un método seguro, relajante, no invasivo y sin efectos secundarios, y puede ser utilizado por todas las personas, a cualquier edad. Se sabe que cada elemento u órgano de nuestro organismo tiene una frecuencia electromagnética única e identificable, revelada por la reactividad electrofisiológica de la persona, a través de sus niveles (vitaminas, aminoácidos, enzimas, minerales, nutrientes, azúcares, toxinas, bacterias , hongos, alergias, parásitos, virus, órganos, huesos, músculos, factores mentales y emocionales, entre otros).
Insertado en la medicina biológica regenerativa, este sofisticado sistema de biorretroalimentación permite medir la radioactividad electrofisiológica (EPR), analizar y equilibrar los factores de estrés, incluso antes de que se manifiesten físicamente en nuestro cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés es considerado el mal del siglo, siendo visto como la principal causa de enfermedades crónicas, afectando al 90% de la población mundial.
Al igual que en los electroencefalogramas (EEG), electrocardiogramas (ECG) o electromiogramas (EMG), que utilizan el registro de corriente eléctrica para realizar el diagnóstico, la terapia cuántica, accediendo a las leyes de la Física Cuántica moderna, utiliza la energía infinitesimal del ADN para mantener el equilibrio de la “máquina” psicobiológica, detectando y corrigiendo desequilibrios en el cuerpo y devolviéndolo a su resonancia natural.
El concepto de “cuerpo energético”, desarrollado a partir del trabajo de Einstein (premio Nobel en 1921), Einthoven (premio Nobel en 1924), Werner Karl Heisenberg (premio Nobel en 1932), Albert Szent-Gyorgyi (premio Nobel en 1937) y Burr, ahora es absolutamente aceptado en los círculos científicos.
La biofísica demuestra que toda materia tiene su propia frecuencia vibratoria en situaciones como: emociones, pensamientos, neurotransmisores, células, tejidos, órganos, virus, bacterias, sonido o color.
Esta tecnología cuenta con la patente del profesor William Nelson, ex investigador de la NASA, quien dedicó más de tres décadas de su vida a la investigación de la medicina alternativa, la física cuántica, la psicología y la biología. Trabajando en estas teorías trivectorales, en el proyecto APOLO de la NASA, e investigando los campos electromagnéticos aplicados a la medicina, desarrolló el tratamiento energético.
Importantes estudios médicos reconocen la biorretroalimentación como una tecnología eficiente para el manejo y control del dolor, que ya ha sido utilizada internacionalmente en clínicas y hospitales privados, como la Clínica Mayo y el Hospital St John’s (EE.UU.).